Ayuntamiento de Torralba de Ribota

El Arco del Villano

El 23 de enero de 2010 coincidiendo con la festividad de San Sebastián, se inauguró en Torralba de Ribota el restaurado arco medieval que cerraba la muralla en el siglo s. XV y permitía el paso de personas, animales y mercancías a Torralba de Ribota.

Antiguamente este arco era llamado como la calle donde se encontraba, pero desde hace varios años, como en él se inicia el conocido “baile de la bandera y del villano” durante las fiestas de enero, se ha rebautizado como “Arco de El Villano”.

El Arco del Villano 1

Un arco de medio punto, todo en ladrillo como acostumbraban a realizar las obras ya en aquellos años, en sintonía mudéjar, el material que fabricaban más abundante con la calidad y resistencia para siglos… doble ladrillo, componiendo el arco de más de cuarenta centímetros de grosor donde sujetaría una gran puerta que tendría su enorme cerradura con su gran llavon de las que se forjarían a golpe de martillo por un buen artesano del lugar. En su lado izquierdo desde afuera conserva una abertura-ventana, que tendría su reja a modo de mirilla, controlando quien viene, para darle el paso de acceso a la localidad. Entonando y potenciando los detalles en el estilo mudéjar, el ladrillo viejo aparece en su esplendor, con gran esfuerzo y tesón en Torralba de Ribota lo han conseguido, completando ese patrimonio artístico del municipio.

Arco del Villano 1

Desde este “Arco del Villano” la puerta de Torralba, organizan e inician la danza de la bandera o baile de la bandera. Es como una danza-juego ritulizado que se conserva en muchas localidades de Castilla y León, que realizan mayordomos de cofradías, danzantes quintos u otros personajes específicos del rito danzando y vibrando todos en unos pasacalles que enorgullece tanto a los Torralvinos como a amigos y foráneos…
El baile de la Bandera y el Villano Se trata del gran rito de la apoteosis final de las fiestas de San Sebastián. La singular protagonista es la bandera del santo, que es bailada en medio Torralba de Ribota.  

Después de unos años de “crisis”, entre 1970 y 1980, se comprueba cómo cada año aumenta el número de personas que acuden a participar en las romerías y fiestas de los pueblos. Aparte la devoción, sin duda que “la cultura del ocio” y de las fiestas tiene aquí su importante repercusión en la gente, agitada con gracia y agilidad, mientras suena el villano, un tipo de danza muy popular ya en épocas lejanas, según el célebre poeta y músico Francisco Salinas (1577).

Son unas melodías rápidas que se repiten muchas veces, ajustándose a un mismo ritmo y que se adaptan fácilmente a diversas mudanzas. La de Torralba es un baile procesional y ceremonial, como otros que están en vigencia en la comarca de Calatayud. Se le denomina “villano” por ser un baile que desde sus orígenes fue asumido como propio en las “villas” donde empezó a bailarse. Forma poética muy popular y conocida, de la que se tiene noticia ya en el siglo XV.

El baile se realiza de arriba a abajo de la calle principal del pueblo, desde el final de la calle Alta, junto al “arco del villano”, cerca de la era donde antiguamente se hacía el baile de la música, hasta la puerta de la iglesia. Se agita con vigor la bandera y el portador se deja llevar por el ritmo de la música del villano, moviendo el cuerpo y apoyándose alternativamente sobre las puntas de los pies, al tiempo que se gira hacia dentro del talón. Luego se realiza la operación con el pie contrario.

Arco del Villano 2

La bandera ondea con idas y vueltas, subidas y bajadas, sobre las cabezas de los asistentes. Cada trecho de la calle cambia de portador y hay también algunas mujeres que la bailan de vez en cuando. Los alborozados asistentes apoyan el ritmo repitiendo muchas veces el estribillo “¡Villano, villano, villano…!” etc., con palmas y con vivas a San Sebastián. Y así se va produciendo el avance del baile-procesión, hasta desembocar en la iglesia, en medio de un sonoro aplauso. Allí se deposita la bandera del Santo Mártir, en la que sus devotos han prendido oraciones, besos e ilusiones. En cuanto a su antigüedad, esta música ya se conocía en el siglo XVI y lo más probable es que por ese tiempo se implantara también en Torralba. Precisamente en 1594 fue cuando llegó al pueblo la reliquia de San Sebastián, aunque la cofradía se creó algunos años más tarde. Se puede afirmar, pues, que los festejos en honor de San Sebastián, culminados con el baile de la bandera y el villano, datan de finales del siglo XVI o comienzos del siglo XVII.

Nos encontramos una puerta más, que cerraría la fortaleza medieval en una esquina de la Iglesia, en su esquina hacia el oeste, como apoyando la torre que tiene la esquina rebajada y crece por encima del arco, conformando su cuadrado hasta el final. Aún conservan su arco apuntado, cubriendo en altura con un alero a juego de ladrillos cruzados en varias hileras y protegido con cubierta de ladrillos planos, donde habría otra puerta potente de madera y su buena cerradura.

Un tercer arco o puerta, “el arco del Trinquete” que servía y salida a través de la muralla fue demolido… en el camino de la soledad, construido con piedras blancas y mortero de cal, formando parte del recinto amurallado, y desde aquí partía el camino de la soledad, por el que discurre el Vía Crucis del Viernes Santo. No se conserva pero hay fotos de su existencia gracias siempre a los amantes del origen del pueblo, que suelen seguir y proteger las costumbres, conservando los detalles de la historia que son tan importantes para saber e interpretar el origen y sus tradiciones.

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