Ermita de San Sebastián.
Dance y baile tradicional.
En la dehesa de San Sebastián. Los vecinos de Torralba de Ribota celebraron el fin de semana del 20 de enero las fiestas en honor de su segundo patrón: San Sebastián.
Por primera vez después de más de 20 años, la romería que centra los actos lúdicos del programa se celebró en sábado, con el fin de recuperar la asistencia de los más jóvenes y evitar los problemas y sanciones de tráfico, puesto que antes se celebraba en domingo y resultaba por esos motivos más problemática.
El resultado fue un éxito de participantes en todos los actos, pero sobre todo en la romería a la ermita de San Sebastián el día 20. Allí almorzaron y asistieron a la misa en honor del santo más de 400 personas, así como a la veneración de La Cruz Borracha situada a mitad de camino entre el pueblo y la ermita y el posterior baile del villano y de la bandera por las calles del municipio.
La fiesta acaba el domingo 20 con una misa y un vino español para todo el pueblo. Se ponía así el broche final a un fin de semana intenso y muy divertido, donde la tradición volvió a ser parte significativa de la programación de festejos. Un éxito de participación y de organización.
A las doce de la mañana, en la ermita que está a las afueras del pueblo, se celebró una misa en honor al santo. En los alrededores las gentes iban preparando la comida en torno a las hogueras. Más tarde, la banda de Aniñón amenizó el baile mientras los habitantes de Torralba se echaban vino con la bota.
Por fin, y como pieza final que se está esperando sonaron los acordes del “Villano” de Torralba de Ribota.
Aunque era un baile esperado y celebrado poca gente se atrevió a bailarlo, tan solo una pareja y varios niños. Nos explicaron que es un baile muy antiguo. Se baila encorvado y para acentuar aún más esta deformación se colocaban en la espalda a modo de chepa, prendas, mantas, etc. Parece simbolizar al malo y feo del pueblo que intenta pellizcar o agredir a su compañero de baile. Como pieza final se bailó la jota de los toros.
Cuando finalizó el baile la gente se volvió al pueblo, la mayoría utilizó el coche o furgoneta como medio de locomoción excepto algunos que utilizaron caballos como antiguamente.
Es tradicional hacer dos paradas, la primera delante de una gran cruz desde donde se divisa al valle de San Sebastián, allí se interpretaban unos cantos según nos comentaron en la ermita.
La segunda parada fue al lado de una piedra con dos surcos en forma de cruz al que llaman la “cruz borracha”. Según la tradición a todo el que dibuja la cruz en la piedra con vino se le concede el deseo que ha pedido. Fue aquí donde nos cantaron el siguiente cantico a San Sebastián:
Glorioso San Sebastián (bis)
que estás en ese cerrillo,
guárdanos las uvas blancas (bis)
que nos gusta mucho el vino.
Y estaba la pájara pinta (bis)
debajo el verde limón,
con el pico tira la hoja
con la ala tira la flor.
De la flor salió María (bis)
de María el Redentor,
del Redentor salió el cáliz (bis)
del cáliz Nuestro Señor.
Ermita de Santa Lucía.
La ermita de Santa Lucía es el recuerdo de los Torralbeños a otra antiquísima, dedicada a San Jorge y a Santa Lucía, que se levantaba en un cerro frente al paraje de Ardeallén, donde todavía asoman algunos restos.
La nueva se encuentra al final del Barrio del Barranquillo, al lado de la Torre Blanca que da el nombre a la localidad, se trata de una edificación minúscula a la que los vecinos tienen mucho cariño y devoción.
Para Santa Lucia, los vecinos se juntaban antes por la tarde en la capilla, donde se rezaba un rosario y estaban todos juntos un rato charlando. Atraídas por la fiesta vespertina, llegaban vendedoras desde Calatayud, que traían formas y cañamones tostados. Los chicos iban con la rosca metida en el brazo y dándole mordiscos, procurando no romperla. Los hombres jugaban un rato a las chapas. Los arrendadores del cántaro ponían ese día vino para todos, pues así lo tenían estipulado por contrato.
Bebían de la tinaja con una cazuela de barro. Los arrendadores adquirían la obligación de ofrecer vino gratis en tres fiesta locales: Santa Lucía, en su capilla; San Sebastián, en la ermita y San Antón, en la plaza. Cantaban ilusionados los mozos la noche anterior.
Santa Lucía bendita,
la de los ojos hermosos,
mañana será tu día
y te harán fiesta los mozos.
El día de Santa Lucía se celebra misa por la mañana en la iglesia y se venera la reliquia. Se lleva la imagen a la capilla, donde permanece toda la tarde. Después del rosario, sobre las cuatro de la tarde, el ayuntamiento reparte tortas y vino dulce.
El día 3 de mayo era especial para los hombres de Torralba.
Después de la misa, se iba hasta la capilla de Santa Lucía para bendecir los campos. Más tarde, hombres y mozos subían hasta la Cruz de Armantes de Torralba. Ascendían a pie, cogiendo al paso caracoles blancos y cazando, si se terciaba. Arriba se rezaba y se almorzaba. Metían un ramo del día de San Pedro Mártir en una raja que hay junto a la Cruz, en la que también introducían pequeñas cruces de cera. Bajaban hasta la ermita de la Virgen de Cigüela, donde preparaban un rancho con los caracoles y las piezas cobradas en el ascenso.
Virgen Del Camino.
La ermita de la Virgen del Camino se localiza, en el camino hacia el que fue gran santuario de la Virgen de Cigüela. Es tan discreta que parece una pequeña casa de labranza y, dadas sus reducidas dimensiones, se le ha llamado siempre “la ermitica”.
De reducido tamaño, escasamente caben cuatro personas, que dada su devoción era muy frecuentada por todas las gentes que atravesaban el camino, se paraban y dedicaban una oraciones dando gracias e invocando suplicas y protección en el trayecto y tareas del campo.
En tiempos albergó una preciosa talla de la Virgen, que desapareció y hay una réplica en la Iglesia de San Félix, en lugar ciertamente destacado a la izquierda del retablo mayor según se mira, se halla como perdida una imagen gótica de la Virgen. Con corona real, viste túnica azul y manto rojo, está sentada, entronizada, mantiene a su hijo en su rodilla izquierda y no se comunican entre ambos. Es semejante a las demás imágenes marianas del siglo XIV y es la imagen rescatada de su emplazamiento original tras hacer una réplica. Por lo que significó en su día quizás mereciera un emplazamiento más visible, dada la devoción que le caracterizo.
De reducido tamaño, escasamente caben cuatro personas, que dada su devoción era muy frecuentada por todas las gentes que atravesaban el camino, se paraban y dedicaban una oraciones dando gracias e invocando suplicas y protección en el trayecto y tareas del campo.
En tiempos albergó una preciosa talla de la Virgen, que desapareció y hay una réplica en la Iglesia de San Félix, en lugar ciertamente destacado a la izquierda del retablo mayor según se mira, se halla como perdida una imagen gótica de la Virgen. Con corona real, viste túnica azul y manto rojo, está sentada, entronizada, mantiene a su hijo en su rodilla izquierda y no se comunican entre ambos. Es semejante a las demás imágenes marianas del siglo XIV y es la imagen rescatada de su emplazamiento original tras hacer una réplica. Por lo que significó en su día quizás mereciera un emplazamiento más visible, dada la devoción que le caracterizo.
Las ermitas como las de Luna, Ena y Torralba de Ribota nacieron para el pueblo y siguen siendo lugar de encuentro pero también un documento histórico; las imágenes de la Virgen del Camino nacieron para los pueblos, en plural, para servir de guía a las gentes venidas de lugares remotos, ante las que hallaban orientación y consuelo en su caminar peregrino de muchos meses buscando perdón y alivio espiritual. Hoy la orientación se hace de otra manera y han quedado obsoletas, casi arrinconadas, localizadas. Parecen solo una imagen bonita de los siglos XIV, XVI o XVII, pero son también documentos históricos. No obstante aún sobreviven reconocimientos especiales como el hecho de que la Virgen del Camino fuera declarada patrona nada menos que de un Reino, el de León, en 1738. Y patrona es todavía de la ciudad de León y de los pueblos de Arévalo (Ávila).
La Virgen del Camino la encontraremos por la pista principal hacia la Virgen de Cigüela, atravesamos el puente del ferrocarril. Siguiendo la pista a la izquierda y atravesando el cauce del rio y continuando unos metros, Al fondo quedara la ermita de la Virgen de la Cigüela.
Ermita de la Virgen de la Cigüela.
El conjunto es de un gran valor demostrativo de un sistema constructivo basado en el tapial. Configura un volumen unitario que actualmente se encuentra en ruinas. La ermita presenta una sola nave cuya bóveda ha desaparecido y conserva la cubrición del espacio central formada por una cúpula sobre pechinas, iluminada mediante linterna. Lateralmente y hacia el sur se disponían las distintas dependencias sobre un terreno que descendía con acusada pendiente, de tal modo que la altura de la fachada sur del conjunto alcanzaba los tres pisos. Los muros son de tapial con diferentes estribos de ladrillo o sillería, y los huecos son muy arcaicos, pequeños, de irregular disposición y profundo derrame, uno de los cuales, en la fachada occidental, dispone de una notable reja de forja. La fachada de levante se restructuró como fachada del conjunto y se remata con un piñón a dos aguas que engloba las anteriores edificaciones entre ellas el pórtico que presenta un arco de medio punto, de ladrillo y sobre él la espadaña con dos arcos de medio punto y frontón curvo.
La localidad de Torralba de Ribota prepara la escenificación de la batalla entre tropas moras y cristianas que tuvo lugar a principios del siglo XII, en la que, según cuenta la tradición, se apareció la Virgen de Cigüela. Desde entonces, esta advocación mariana es una de las fiestas mayores de Torralba de Ribota. Los actos se celebraban primero en un santuario construido en el lugar de su aparición y en la actualidad en otra ermita construida tras arruinarse el antiguo edificio.
Últimamente, el ayuntamiento, en colaboración con los vecinos y con el grupo cultural Siglo XII, está trabajando en el proyecto para instituir anualmente la representación de aquel episodio mezcla de historia y tradición popular.
Torralba recrea la leyenda de la Virgen de Cigüela y llena sus calles de danzas, música y un mercado medieval.
La representación de ‘La leyenda de la Virgen de Cigüela’ tendrá lugar a las 21.30 horas. La leyenda cuenta que a los pies de la sierra de Amantes, donde ahora está la ermita, un guerrero cristiano y otro musulmán libraron un combate, para evitar un mayor derramamiento de sangre entre los ejércitos. La virgen se apareció en ese momento y logró la victoria guerrero cristiano, y de esa forma Torralba fue liberada del dominio musulmán. El domingo continuará el mercado medieval, se realizaran talleres pasacalles, juegos tradicionales medievales, danzas moras y cristianas, se degustarán productos típicos de la época y se recitarán poemas. La representación del proceso y quema de una bruja en la Sierra de Amantes, por parte de la inquisición, pondrá el broche final a las fiestas de Torralba.
El misterio de la Virgen de Cigüela.
En cierta ocasión, tres chavales salieron despavoridos de la vieja ermita de la Virgen de Cigüela, al estar convencidos de haber visto una extraña sombra entre sus muros. Algo complicado de entender para ellos y para una pareja de la Guardia Civil que acudió al lugar y regresó a la casa-cuartel sin haber observado nada digno de ser anotado en el correspondiente parte de incidencias.
Lo que manifiesto viene a cuento con las Jornadas Medievales que se celebrarán en esa localidad los próximos días 19 y 20 de agosto, donde se incluyen en el programa una serie de actos muy gratificantes, como cenas, comidas y mercado medieval y un performance sobre la Leyenda de la Virgen de Cigüela, imagen robada en 1976 y que habían ubicado en la nueva ermita, construida en 1968. A mi entender, las leyendas son múltiples y variadas según la persona que las relate. Juan Domínguez Lasierra publicó un libro en 1978 donde aludía a posibles humanoides que habitaban en la Sierra de Armantes. Además Terrer ,Cervera, Aniñón, y Ateca participan en la festividad.
La Virgen de Cigüela es la patrona (o celebraban la fiesta) de Torralba de Ribota el día 25 de Marzo. La ermita antigua estaba a los pies de Armantes, frente de Torralba, y como a 4 o 5 km. de este pueblo, a la izquierda de la carretera Calatayud-Soria. En Terrer había especial devoción hacia esa Virgen y como puedes ver, era una gran cantidad de gente la que año tras año acudía a la ermita. No sé desde cuando existía la tradición de ir allí de romería, pero seguramente fue después de la guerra años 40 y 50 cuando más acentuada estaba. El viaje se hacía andando, en caballería o en autobús, que el bueno del Tío Paco habilitaba al efecto.
Los que hacían el camino andando solían concentrarse en casas de las “Pifanías” en la calle que va desde el barranco hasta el Castillo, la salida era prácticamente desde ese punto del barranco, sobre las siete de la mañana, se almorzaba en la fuente Maño-Maño, se coronaba Armantes por su parte más baja y ya se daba vista al valle del Ribota, se encontraba de frente “la Piedra de la Mesa”, que es una formación geológica de tierra roja arcillosa, una especie de meseta que la erosión ha dejado, como cortados a pico, los laterales. Por los pueblos de esa ribera los conocen como los Castillos. Y desde allí hasta la ermita.
La caminata podía durar unas 4 horas. Después de oír misa en la ermita que, las primeras veces de visitarla, impresionaba por la cantidad de piernas, brazos, manos, etc. etc. de cera que había, todo ello como agradecimientos a posibles curaciones debidos a la Virgen.
Una vez en la ermita, también se iba a beber agua a la “Fuente de la Salud” por sed y porque era “milagrosa”, incluso se traía uno una botella a casa por si había una emergencia durante el año.
También había un árbol de hoja perenne que los mayores decían que no se caían las hojas porque allí se apareció la Virgen. Y no nos olvidemos de los cánticos con los que nos despedíamos. No nos gustaría perderlos.
Del que más me acuerdo es del último que decía:
Adiós Virgen de Cigüela
Adiós que nos vamos a ir
Danos salud para que al otro año
Podamos venir
